La cata de vino

Fase Olfativa.

En esta ocasión, comparto una breve explicación sobre los pasos o fases por las cuales avanzamos al experimentar una cata sensorial de un vino. Existen distintas versiones y nomenclaturas para ello, sin embargo, en esencia siempre constarán de las mismas 3 etapas. 

La cata de un vino está compuesta por las siguientes fases:

1. Fase visual o apariencia.

2. Fase olfativa o nariz del vino.

3. Fase gustativa o degustación.

Fase visual o apariencia del vino

El color. Se evalúa según dos parámetros: tonalidad e intensidad.

La tonalidad se expresa en términos del mundo de las piedras preciosas, los metales, las flores y las frutas.

La intensidad del color va del pálido a denso, pasando por claro, oscuro, intenso y profundo.

La limpidez del color se observa con la copa colocada en una fuente luminosa. Debe ser perfecta y no estar enturbiada por cuerpos en suspensión, como polvo.

                   Fase olfativa o nariz del vino

En esta fase, el vino revela gran parte de su personalidad. El término “nariz” agrupa el conjunto de olores que caracterizan el vino. Este análisis del vino se divide, a su vez, en:

Primera Nariz: por una parte, permite garantizar que el vino no esté contaminado con olores no deseables, y por la otra, percibir los olores volátiles del vino. La copa no se agita.

Segunda Nariz: busca identificar su personalidad aromática. En esta etapa se puede juzgar la fuerza, la intensidad, y la riqueza de la nariz y se identifican los diferentes olores que la componen. La copa se agita con un movimiento rotatorio.

Tercera Nariz: es la expresión del vino tras una larga oxigenación en la copa. Los diferentes componentes aromáticos, en contacto con el aire, evolucionan de forma distinta según el grado de volatilidad de cada uno.

                   Fase gustativa o degustación

La fase de la degustación está compuesta por tres etapas:

El ataque. Primera impresión que el vino hace surgir en la lengua. Debe ser franco, claro, preciso y también puede ser amplio, aromático, afrutado. Temperatura y posible presencia de gas.

La evolución. Se toma un trago de vino y se hace girar en la boca por unos segundos, luego se inhala un poco de aire por la boca. Se captan todos los sabores, olores, textura y estructura.

El final. Es la persistencia aromática del vino en la boca o “duración en boca”, una vez que ha sido tragado. Mientras mas largo sea la persistencia en boca, mejor será la calidad del vino.